La introversión no es una enfermedad, ni un problema a resolver, ni una característica de personalidad indeseable, es una forma de ser. En un mundo que valora y reconoce la sociabilidad y la extroversión como cualidades deseables, ser introvertido resulta difícil y en ocasiones incluso, doloroso. En esta divertida y apasionada plática, Susan Cain nos habla de su propia experiencia y nos cuenta por qué el ser introvertido brinda grandes recursos y habilidades a las personas que tienen ésta característica.